El bar montevideano Mefistófeles generó polémica pública al
organizar una competencia de consumo de tabaco, llamada la OncoFest.
La convocatoria invita a inscribirse en este concurso en el
que los participantes se comprometen a fumar cigarrillos sin cesar y por tiempo
indefinido, a un ritmo de uno cada dos minutos. El evento tendrá lugar “hasta
que se constate la aparición de un tumor pulmonar maligno en alguno de los
participantes”. El primero en conseguir un cáncer, ese será el gran
ganador. Los organizadores saben que el certamen puede extenderse más allá de
la primera noche pero, tal como reza la descripción del evento en Facebook, “ya
lo dijo Rousseau: la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”.
Consultado por The Montevideo Times, el dueño del comercio
afirmó que “la idea de la OncoFest es fomentar la sana competencia entre amigos”,
y además aclaró que “el bar le asegura al ganador, aparte del premio [una porción
de figazza], el pago del primer mes de quimioterapia”.
El debate en las redes no da tregua. Ya hay un hashtag
utilizado por quienes cuestionan la iniciativa y otro que nuclea los
comentarios a favor (#OncoFestNo y #OncoFestSíRepresoresHijosDePuta,
respectivamente). La libertad individual es el argumento más esgrimido por los
favorables. Mientras tanto, los detractores han ofrecido muy variadas razones
para oponerse; la más curiosa es probablemente que la fecha fijada para la
competencia tabaquera justo coincide con el McDía Feliz (“quiero participar en
ambos eventos y eso me genera un dilema”, sostuvo un internauta en Twitter).
© Macho Álvarez, 2017